Conclusión
¿Por qué, en su Origen de las Especies, Darwin se refirió a los fósiles vivientes como causantes de grandes dificultades? ¿Por qué, al enfrentarse con estos fósiles, los científicos evolucionistas sienten la necesidad de abandonar sus afirmaciones y fabricar una nueva teoría? ¿Por qué la captura de un celacanto vivo fue una desilusión tal, silenciando a aquellos evolucionistas que habían puesto todas sus esperanzas en él? ¿Qué es lo que tienen los fósiles vivos que han provocado tal colapso en los darwinistas?
Es que los fósiles confirman el hecho de la Creación.
La desilusión que sienten los darwinistas se debe a la devoción ideológica que tienen para con sus teorías. De hecho, han visto demolida su teoría, pero lo ignoran, incluso cuando están bien conscientes de ello. Que ellos recurran a métodos engañosos para encubrirla es una de las grandes pruebas de este hecho. En lugar de admitir el hecho de la Creación frente a los fósiles vivientes, recurren a teorías irracionales e ilógicas, desprovistas de cualquier evidencia científica. Buscan ocultar los especimenes de fósiles vivientes y eliminar millones de ejemplos, al tiempo que le dan un lugar de honor a engaños hechos por el hombre —una indicación clara de sus miedos. La manera en que los museos exhiben incontables “reconstrucciones” fósiles y describen formas de vida altamente complejas como el celacanto como ejemplo de formas intermedias, mientras esconden en las bóvedas de los museos fósiles de especies que todavía existen, es un hecho que hace reflexionar.
¿Qué tan científico es adaptar la evidencia a una teoría, cuando la teoría no puede ser probada? ¿Con qué derecho sugieren los evolucionistas que sus afirmaciones son comprobadas y científicas, aunque no tienen evidencia alguna? ¿Por qué la evidencia científica que proponen los avergüenza en lugar de apoyarlos? ¿Qué los motiva a continuar apoyando su teoría, a pesar del creciente peso de la evidencia contra ella?
La razón es que el darwinismo es una religión y un sistema de creencias falsas. Porque es un dogma que nunca puede ser negado. Porque es la base de la filosofía materialista que sostiene que la materia ha existido todo el tiempo, y que nada existe aparte de la materia. Por esto, aunque la nueva evidencia científica desmiente la teoría cada día mas, estos esfuerzos se hacen para mantenerla viva. Pero han llegando a su fin. Los métodos engañosos del darwinismo y de los darwinistas han fallado. La evidencia que echa por tierra la evolución se va acumulando día tras día. Constantemente surgen nuevas pruebas de la Creación que destruyen las esperanzas de los darwinistas y los obligan a producir nuevas explicaciones engañosas.
Por eso los fósiles vivientes dejan a los darwinistas sin palabras, y están escondidos en las bóvedas de los museos. Con estos métodos, los darwinistas tratan de esconder la sublime maestría de Dios. El hecho es, no obstante, que Dios es Quien crea todas las cosas, Quien sabe todo lo que hacen, y Quien los mantiene bajo Sus reglas en todo momento. Dios ve a los darwinistas mientras hacen planes contra él. Dios los mira mientras tratan de esconder su sublime maestría creativa. él escribe todo lo que hacen mientras niegan Su existencia. Y, lo crean o no, de buena o mala gana, serán llevados ante Su presencia en el Mas Allá.
Esta es la gran verdad de la cual los darwinistas no son conscientes. Dios seguramente desconcertará y desilusionará a aquellos que luchan contra él. Es la ley de Dios la que finalmente triunfará.
La existencia de los fósiles vivientes es una prueba sublime creada por Dios para eliminar todas las estrategias darwinistas y revelar todos sus fraudes. Mientras que luchan contra la verdadera fe, los darwinistas se olvidan que Dios también crea la evidencia de esto. Están en un estado de derrota desde el principio. La enseñanza de la teoría de la evolución en las escuelas, las especulaciones sobre las afirmaciones evolucionistas por varias organizaciones de medios de comunicación, y el apoyo recogido de científicos son sólo fenómenos temporales. Como revela el versículo Coránico: “Por cierto que siempre refutamos lo falso con la Verdad, pues lo falso se desvanece [ante la Verdad]; y sabed [¡Oh, incrédulos] que os aguarda el castigo del Infierno por lo que habéis dicho [acerca de Dios].” (Surat al-‘Anbia, 18), Dios erradicará todas las creencias falsas.
Hoy, los darwinistas están en un estado de pánico a causa de esto. Ya que es tan obvio, aquellos que imaginan que el darwinismo es verdadero deben rápidamente tratar de ver toda la evidencia que apunta al hecho de la Creación y evitar ser engañados por una religión tan falsa como la teoría de la evolución. Deben darse cuenta que Dios, Quien creó el mundo de una forma tan perfecta, también tiene el poder de crear la vida eterna y el Mas Allá, porque los seres humanos pueden ser salvados sólo cuando ven y comprenden esta verdad. La teoría de la evolución, la cual induce a la gente a negar a Dios, su único Salvador, y la cual intenta sobrevivir a través de mentiras y estrategias constantes y deshonestas, es una pérdida de tiempo y una desilusión. En lugar de darse cuenta de esto en un estado de arrepentimiento en el Mas Allá, verlo en este mundo donde las pruebas son tan evidentes, conducirá a la salvación, tanto en este mundo como en el Próximo.
Acaso Quien tiene presente lo que toda alma hace [se equipara con los ídolos]. Pero igualmente Le atribuyeron copartícipes a Allah. Diles: ¡Mencionad [a los copartícipes si es que existen! ¿Acaso creéis que vais a informarle de algo que existe en la Tierra y que él no sepa, o sólo habláis sin sentido? [Satanás] Les hizo ver a los incrédulos la idolatría como algo bueno, y apartaron a los hombres del camino recto, y aquel a quien Allah extravía, nadie lo podrá guiar. Ellos serán castigados en esta vida, pero el tormento que les aguarda en la otra será aún más severo, y no tendrán quien los proteja de Allah. Os describimos el Paraíso que le fue prometido a los piadosos: En él corren los ríos, sus frutos no se agotarán jamás y su sombra será eterna. ésta será la recompensa de los temerosos de Allah; y el castigo de los incrédulos será el Infierno. (Surat ar-Ra'd, 33-35)